Un divorcio implica una ruptura y disolución del vínculo matrimonial, pero, además, una serie de regulaciones acerca de cómo será vuestra vida posterior. De ahí la gran importancia de contar con un asesoramiento previo que evite la toma de decisiones erróneas.
No es aconsejable actuar de manera unilateral y precipitada. Los procedimientos de familia siguen unas normas y, por experiencia os aseguramos que, en este tipo de juicios, saldrán a la luz muchos “trapos sucios”.
Por ello, y porque todos nuestros actos van a tener una consecuencia jurídica a posteriori, lo mejor que podéis hacer es asesoraros con vuestro abogado de confianza a la mayor brevedad posible.
Hay que tener presente que habrá que regular temas de vital importancia tales como la custodia y las pensiones de alimentos (si hay descendencia), la pensión compensatoria al otro cónyuge, quién se queda en el domicilio familiar y un largo etcétera de cuestiones no menos importantes.
En primer lugar, lo que debéis plantearos es si existe la posibilidad de llegar a un acuerdo con la pareja y, por tanto, si todo el procedimiento puede ser de mutuo acuerdo puesto que, dicha vía, os ahorrará tiempo y costes.
En segundo lugar, si la ruptura no es amistosa o es imposible llegar a un mínimo de consenso, habrá que asumir que la vía contenciosa será la única posibilidad.
MUTUO ACUERDO
Si conseguís lograr un amplio consenso sobre cómo regular vuestra vida posterior al divorcio, ésta es la forma ideal. Será un procedimiento que durará apenas unos meses y en el que necesitaréis un único abogado y un único procurador (no es necesario, por tanto, que cada cónyuge vaya con uno distinto).
Se redactará un Convenio Regulador que se presentará con la demanda de divorcio y el Juzgado os citará para su ratificación en sede judicial. Es un trámite rápido, sencillo y, evidentemente, con un coste mucho menor.
Dicho Convenio es importante que sea lo más completo posible y regule todo tipo de situaciones, pues cualquier aspecto que no se incluya, es una probable fuente de conflictos en el futuro. Para ello, dejaros asesorar por vuestro abogado y él os indicará todo lo que necesitáis regular.
Como particularidad, cabe indicar que desde el año 2015, los divorcios de mutuo acuerdo sin descendencia se pueden tramitar ante Notario, sin necesidad de acudir al Juzgado, lo que acelera aún más este tipo de procesos.
DIVORCIO CONTENCIOSO
Cuando el acuerdo no es posible, la única solución es la vía judicial para que sea un tercero (en este caso, el Juez) el que decida las condiciones que regularán la vida posterior al divorcio.
Será un procedimiento largo y, evidentemente, mucho más costoso puesto que, además, cada cónyuge tendrá que acudir con su propio abogado y procurador.
Al no existir acuerdo, cada parte defenderá sus pretensiones, aportará la prueba que considere oportuna y un Juez decidirá qué medidas impone, tanto en temas de custodia del menor como en las pensiones económicas que pudieran concurrir.
Tenéis que ser conscientes de que dicho procedimiento puede alargarse durante mucho tiempo, con el coste emocional que ello implica.
Dependiendo de la prueba a practicar, incluso podemos estar hablando de más de un año desde que se interpone la demanda de divorcio hasta que se obtiene la sentencia.
Evidentemente, si alguna de las partes recurre en segunda instancia a la Audiencia Provincial, los plazos serán todavía mayores.
Ante cualquier duda, no dudes en contactarnos, contamos con los servicios de un abogado de familia especializado.
Te atenderemos en nuestra oficina sita en Noia. No importa que seas de otra localidad, desde nuestro despacho te asesoraremos y acompañaremos a donde lo necesites, ya que tenemos clientes de Noia, Muros, Ribeira, Santiago, A Coruña, etc.
Esteban Ares García. Socio Abogado de AG Legal Abogados (Noia, A Coruña).